sábado, 19 de diciembre de 2009

El calvo de la loteria, la loteria de navidad de un gafe (Dedicado a mi exjefe)


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Ayer, en mi triste y solitario deambular por una ciudad fría y lluviosa, me llamó la atención una concentración de gente que, en una calle comercial parecía estar esperando algo. La solución, a la vuelta de la esquina, era una administración de loterías que estaba abierta, se trataba sencillamente de una cola donde mujeres y hombres de toda edad y condición esperaban para, a cambio de dinero, obtener una posibilidad remota de conseguir más dinero. La mayor parte de ese dinero es para hacienda, solo una parte va a premios, y sirve para financiar al estado, es decir para pagar sueldos millonarios y astronomicos a una clase politica y corrupta, ademas las frias estadisticas indican que es mas facil que en tu vida te alcance un rayo a que te toque el gordo (en mi caso con mi suerte seguro que me alcanza un rayo, que vamos a hacerle…)
Ello me trajo tiernos recuerdos de mi niñez. Cuando no levantaba un palmo del suelo, mi padre quería comprar un decimo y yo le apunte con el dedo a uno determinado, del cual asombrosamente, no coincidió ni una sola cifra del gordo. Posteriormente, mi madre, gran aficionada, compraba algún décimo y, conocedora de mi suerte, lo ocultaba celosamente, pues decía que si lo miraba “el numero ya no salía”.
El año que estuvo más cerca, o más lejos de un premio, según se mire, compró un décimo a un vendedor en un mercado de abastos. Tocó el gordo, era uno de los números que tenía pero como era de esperar mi madre le compro otro numero, que por supuesto no salio. Y todo esto viene a colación porque es una costumbre social gastarse los cuartos en comprar un billete, y repartirlo entre la familia, amigos y demas parentela. Yo, la verdad es que no suelo regalar nada a nadie, a fin de no transmitirle la mala suerte, pero en esta ocasión quiero hacer una excepcion muy muy especial. En mi antiguo trabajo, antes de que me diera de baja y tuviera que salir pitando, hubo un compañero que se anticipó, y que tambien estuvo de baja por acoso laboral .La fortuna, para los que no somos gafes, le permitio salir de alli pronto,en un nuevo destino, tan solo un par de meses de baja, así que se dio de alta el dia anterior a irse al otro lugar a fin de recoger sus efectos personales, y de paso decidio dejarle a mi exjefe un buen regalo: una mierda comprada en los articulos de broma, con una dedicatoria muy especial, aunque su deseo, segun confeso habría sido dejarle una real y recien defecada, envuelta en una hermosa caja de pasteles.
Yo no pude dejarle ningun regalo, tuve que salir precipitadamente tras hablar con mi médico, y por supuesto no he vuelto a pasar por alli asi que, para evitar remordimientos de conciencia, quiero dedicarle un regalo muy especial, ya que Internet y los blogs nos lo permiten ahora.




Y este es mi regalo:
Dedicatoria
A ti…..
A ti, que llegaste rebotado de un sitio donde te echaron tras numerosas quejas, la fatalidad y la mala suerte hicieron que aterrizaras donde estabamos trabajando normalmente.
A ti, que tanto presumes de titulo universitario, pero que nos dijiste que no podia presidir tu despacho porque “se lo habian comido los ratones”.
A ti, que hay que recordarte que archivar se escribe con uve y no con b de burro como sueles poner, menos mal que al menos sabes que no lleva h.
A ti, que tienes una ortopedia completa en el armario de tu casa con una amplia variedad de articulos para justificar tus ausencias al trabajo, recordamos el dia que viniste con el brazo en cabestrillo y luego estuviste un mes sin aparecer, el mes de ausencia porque te “habias caido” y apareciste cojeando con una vieja radiografía amarillenta, y tu famoso “rosco” para las hemorroides con el que apareciste efímeramente antes de volver a desaparecer….bueno, me olvido de las muelas, de la gripe, del pinzamiento, de la caida en el baño y de otras excusas mas para no aparecer.
A ti, que decias que “no te dabas de baja porque el medico estaba muy lejos”, sin que nadie te molestara ni te hiciera preguntas a pesar de tus largas ausencias.
A ti, que intentaste robar una bicicleta de las cuatro que prestaron para un acto, la metiste en un cuarto de maquinas y el limpiador dio la alarma, y tuviste la cara dura de decir que te la encontraste tirada.
A ti, que cuando vinieron a instalar un telefono y tuvieron que abrir tu despacho con una tarjeta de crédito encontramos los botes de barniz que le habias robado a un compañero en la parte baja de tu armario.¿para que querias eso?
A ti, por ese calendario de vacaciones que diseñaste para fastidiarnos, perjudicando y aplazandole las vacaciones a un compañero, tanto lio y al final te tomaste dos semanas mas de vacaciones por la cara y sin siquiera avisar, diciendo después que habias perdido el avion.Jamas habiamos tenido problema alguno con las vacaciones hasta que tu llegaste
A ti, por la cara tan dura que le echas, los pocos dias que has venido a trabajar, y como muy temprano has llegado a las once .Sin contar cuando llegabas a las dos de la tarde…
A ti, racista y machista, que decias que te “estabas follando a una mora y que las sudacas eran muy faciles y baratas", y luego te las das de rojo y progre diciendo que “tienes un compromiso con la izquierda” y “estas en la ejecutiva del partido”
A ti, que acosaste a un compañero que tenia que llevar periódicamente a su mujer al hospital, y le pedias todos los justificantes, algo que solo hay que presentar en recursos humanos, y encima como nunca ibas a trabajar te echaba el justificante por debajo de la puerta.
A ti, que has falsificado un documento oficial, firmandolo tu mismo para aparcar donde te de la gana, dejando el coche usualmente en una zona de carga y descarga cercana a tu casa por toda la cara
A ti, que encima de no trabajar no acudes a reuniones, nos mientes diciendo que has ido y al dia siguiente vemos como en el acta consta que ni has aparecido
A ti, mentiroso compulsivo que le dijiste a la gente que nosotros trabajabamos en una obra, algo totalmente falso,sencillamente no podiamos trabajar porque no nos dabas trabajo alguno.
A ti, por el dia que oimos como pedias cita telefònica para el peluquero de tu perro y al rato nos dijiste por la cara que no venias al dia siguiente porque "tenías una reunión importante"
A ti, que cuando nos quejamos al sindicato ni siquiera quisiste reunirte y oir nuestras quejas, ausentandote el dia que vino el representante sindical que te llamó por teléfono previamente.
A ti, por esas horas de absurdas reuniones que, en los pocos dias que aparecias convocabas, siempre a las dos de la tarde, donde de forma incoherente no nos encargabas nada ni nos concretabas nada.
A ti, por darnos trabajo que corresponde realizar a otra dependencia con la que no tenemos nada que ver, algo ilegal dado que todos tenemos nuestras funciones.
A ti, por todo esto y por mucho mas te dedico el siguiente video, en la esperanza de que al menos te transmita un poco de la mucha maldita mala suerte que me sobra, deseandote un pronto y rapido cese fulminante.

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Y como la verdad, estamos en navidad y hay que ser generoso, y no he podido dejarle la mierda de regalo como hizo mi compañero, ahi va mi despedida

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cristiano Ronaldo, Pepe el brujo y el gafe futbolístico.


Mientras disfruto de unas “vacaciones” maravillosas, teniendo que seguir medicándome con antidepresivos, durmiendo fatal y añorando mi antiguo trabajo, hoy he visionado por primera vez un anuncio de una estrella futbolística, estrella que por cierto canta fatal pero le habrán pagado una lluvia de millones por diez segundos de gorgoritos, quien fuera el…..
Y lo que he leído de esta estrella me ha indignado, pues un individuo dice que lo está gafando con sus malas artes, y va a hacer que no juegue o no marque goles, algo difícil de creer, pero dentro de la sociedad en que nos movemos, no es de extrañar que nos salgan imitadores con un evidente ánimo de lucro.
Este hecho me ha traído recuerdos algo lejanos en el tiempo, que quiero compartir en este blog, para que se sepa cómo actuamos los gafes genuinos y profesionales.
Cuando era joven, tenía un compañero de colegio, Clemente se llama, para el cual no existía otra cosa que no fuera el futbol. Jugadores, entrenadores, fichajes, alineaciones, clasificaciones, etc era su único pasatiempo. Con el a veces solía ir al cine o hacer los deberes del cole. Aquella tarde de invierno de los 80, Clemente me llamó con mucho interés y me invitó a ir al futbol. En una larga llamada telefónica me dijo que su padre había sacado tres entradas, y que una era para su primo que se había puesto enfermo, así que me invitaba a ver un España-Holanda que, según el, era bastante interesante y yo, aunque me negaba, me pedía que lo acompañase y sucumbí a la invitación.
Y así, este pobre gafe acudió sin mucho interés a ver un partido de futbol, algo que ni me atraía ni me atrae. La verdad es que a mi nunca me ha gustado ese deporte, algo estúpido pero que genera mucho dinero, y tras pasar un par de aburridas horas viendo cómo la pelota pasaba de unos a otros y rodaba por el campo, me fijé sobre todo en Don Clemente, el padre de mi amigo, señor muy religioso, y alto cargo en una hermandad de semana santa, cuya transformación era asombrosa, a cada momento saltaba del asiento como si le hubieran puesto un muelle en el culo a la vez que por su boca salían todo tipo de improperios e insultos dirigidos al árbitro y los jueces de línea, y cómo chillaba, qué garganta más poderosa.
Por fin, acabó el dichoso partido, bastante aburrido por cierto y fue cuando entendí el motivo por el cual Clemente insistía tanto en que lo acompañara. Mi amigo coleccionaba autógrafos de futbolistas, y me quería para que, junto a el, consiguiera algún autógrafo de los jugadores. Corriendo, o por mejor decir volando, mientras su padre se quedaba atrás, me azuzaba para que alcanzáramos una puerta por donde saldrían fugazmente los jugadores. Pronto me dí cuenta que, desafortunadamente, no éramos los únicos, y que mucha gente también se dirigían a ver a sus ídolos. A pesar de ello, Clemente, experto en moverse entre multitudes, alcanzó una primera fila no sin dar algunos empujones mientras yo avanzaba detrás de el. Justo detrás de mi, tuve la mala suerte de que se colocó una chica rubia, guapa de cara, de ojos claros, pero con unos cuantos kilitos de mas, o mejor dicho, padeciendo obesidad mórbida dadas las enormes dimensiones de su barriga. A su lado, otra chica morena, mucho más delgadita, tambien esperaba ansiosamente la salida de los jugadores. Como dos autenticos gilipollas, con un folio y un bolígrafo que me dio Clemente y los traía preparados, esperábamos a la vez que, muy cerca de nosotros, un grupo numeroso de policías a caballo y otros a pie, algunos con casco, montaban guardia y el frío de esa noche de invierno empezaba a afectarme de manera notoria. Tras una tensa espera, en las que mis manos con el papel y el boligrafo casi alcanzan el punto de congelación, por fin salieron algunos jugadores por la puerta. Aunque yo no conocia a ninguno, la consigna de Clemente era que mientras el se dirigía a algun delantero, yo tenía que “ir a por otro”, fuera el que fuera. Apenas habían comenzado a salir, intenté cumplir mi deber con el primero que me topase, y sin muchas ganas pero estando en primera file intenté alargar el boligrafo a un tío bajito, pero fue entonces cuando un potente brazo surgido desde atras, y que llevaba numerosas pulseras que casi se llevan mi oreja de por medio lo impidieron. A ello se unió un grito que casi me deja sordo: ¡¡¡¡¡Sandokannnnn Sandokannnnnn tio buenoooooooo!!!!!..la chica morena alargaba su mano a otro jugador, bastante más alto, y el jugador, un tiarrón de dos metros de alto, se dirigió a donde estábamos, lo que hizo que, cuando estaba muy cerca, la gorda , totalmente histérica, para alcanzarlo me pegara un empujón tal que caí en los brazos de sandokan, golpeándome la frente con su hombro, que parecía de hierro forjado. Aunque no me caí al suelo porque no había espacio, el jugador cogió el boligrafo y mi papel y quizas para compensarme quiso firmarlo. Fué entonces cuando en una fracción de segundo pude ver una mano que venía directa a mi pecho, y detrás de ella un policía bajo de estatura, con uniforme marrón y boina negra, con muy malas pulgas, diciendo ¡atrás!. El empujón me lanzó con tal fuerza que, parte de mi cuerpo tropezó con la inmensa masa de la gorda, haciendo que girara en el aire y en mi caída le dí a Clemente un tremendo pisotón, y lo digo por el grito que dió. Lo siguiente que recuerdo fue ver a la morena y a la gorda abrazándose las dos, saltando y llorando desconsoladamente de la emoción del momento.
Volvimos a casa, yo con un fuerte golpe en la cabeza y Clemente, cojeando, quejándose de su mala suerte, pues él no pudo conseguir ningun autografo. Eso si, el semicirculo con una puntada de boligrafo que me hizo el tal Sandokan en el papel se lo quedó diciendo que era muy valioso pues se trataba de un jugador internacional.

Había pasado una década de aquel episodio cuando, un amigo mío del que ya he relatado otro suceso (Véase el gafe taurino) me invitó a pasar el día en Cádiz. Era verano, hacía calor, y paseábamos por una plaza llamada de la libertad, al lado de un mercado de abastos cuando tuve que pararme en la acera pues un mensajero con un mono azul claro, la tenía ocupada con una carretilla. Al volverse, pude verle el rostro de frente. Esa melena…ese rostro, esa estatura tan alta....me resultaban muy familiares, me quedé mirándolo, intentando recordar donde había visto esa cara, mientras el mensajero se alejaba indiferente por la calle y se perdía entre la multitud.
Fue entonces cuando mi amigo dándose cuenta de que me había fijado en el, me dijo:
-Ese es JJ. Era jugador del Real Madrid, y estuvo en la selección española. Cuando se retiró le fueron tan mal las cosas que lo único que ha encontrado es un trabajo de mensajero. Y ya muy poca gente se acuerda de el…
La verdad, lamento profundamente haberle transmitido tan mala suerte a ese hombre, yo no quería ir al futbol ese día, pero por la experiencia que tuve puedo dar fe de que los profesionales actuamos así. Mientras amateurs que denigran nuestra profesión quieren darselas de gafe con evidentes fines de lucro, la mala suerte que nosotros pasamos no funciona de esa manera. Si algun dia me tropezara con el Cristiano ese, se puede dar por seguro que algunos años mas tarde, cuando un mendigo andrajoso con acento portugues te pida una limosna, lo normal es que esa cara te suene familiar, y que se trate del mismísimo Cristiano Ronaldo.