sábado, 19 de diciembre de 2009

El calvo de la loteria, la loteria de navidad de un gafe (Dedicado a mi exjefe)


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Ayer, en mi triste y solitario deambular por una ciudad fría y lluviosa, me llamó la atención una concentración de gente que, en una calle comercial parecía estar esperando algo. La solución, a la vuelta de la esquina, era una administración de loterías que estaba abierta, se trataba sencillamente de una cola donde mujeres y hombres de toda edad y condición esperaban para, a cambio de dinero, obtener una posibilidad remota de conseguir más dinero. La mayor parte de ese dinero es para hacienda, solo una parte va a premios, y sirve para financiar al estado, es decir para pagar sueldos millonarios y astronomicos a una clase politica y corrupta, ademas las frias estadisticas indican que es mas facil que en tu vida te alcance un rayo a que te toque el gordo (en mi caso con mi suerte seguro que me alcanza un rayo, que vamos a hacerle…)
Ello me trajo tiernos recuerdos de mi niñez. Cuando no levantaba un palmo del suelo, mi padre quería comprar un decimo y yo le apunte con el dedo a uno determinado, del cual asombrosamente, no coincidió ni una sola cifra del gordo. Posteriormente, mi madre, gran aficionada, compraba algún décimo y, conocedora de mi suerte, lo ocultaba celosamente, pues decía que si lo miraba “el numero ya no salía”.
El año que estuvo más cerca, o más lejos de un premio, según se mire, compró un décimo a un vendedor en un mercado de abastos. Tocó el gordo, era uno de los números que tenía pero como era de esperar mi madre le compro otro numero, que por supuesto no salio. Y todo esto viene a colación porque es una costumbre social gastarse los cuartos en comprar un billete, y repartirlo entre la familia, amigos y demas parentela. Yo, la verdad es que no suelo regalar nada a nadie, a fin de no transmitirle la mala suerte, pero en esta ocasión quiero hacer una excepcion muy muy especial. En mi antiguo trabajo, antes de que me diera de baja y tuviera que salir pitando, hubo un compañero que se anticipó, y que tambien estuvo de baja por acoso laboral .La fortuna, para los que no somos gafes, le permitio salir de alli pronto,en un nuevo destino, tan solo un par de meses de baja, así que se dio de alta el dia anterior a irse al otro lugar a fin de recoger sus efectos personales, y de paso decidio dejarle a mi exjefe un buen regalo: una mierda comprada en los articulos de broma, con una dedicatoria muy especial, aunque su deseo, segun confeso habría sido dejarle una real y recien defecada, envuelta en una hermosa caja de pasteles.
Yo no pude dejarle ningun regalo, tuve que salir precipitadamente tras hablar con mi médico, y por supuesto no he vuelto a pasar por alli asi que, para evitar remordimientos de conciencia, quiero dedicarle un regalo muy especial, ya que Internet y los blogs nos lo permiten ahora.




Y este es mi regalo:
Dedicatoria
A ti…..
A ti, que llegaste rebotado de un sitio donde te echaron tras numerosas quejas, la fatalidad y la mala suerte hicieron que aterrizaras donde estabamos trabajando normalmente.
A ti, que tanto presumes de titulo universitario, pero que nos dijiste que no podia presidir tu despacho porque “se lo habian comido los ratones”.
A ti, que hay que recordarte que archivar se escribe con uve y no con b de burro como sueles poner, menos mal que al menos sabes que no lleva h.
A ti, que tienes una ortopedia completa en el armario de tu casa con una amplia variedad de articulos para justificar tus ausencias al trabajo, recordamos el dia que viniste con el brazo en cabestrillo y luego estuviste un mes sin aparecer, el mes de ausencia porque te “habias caido” y apareciste cojeando con una vieja radiografía amarillenta, y tu famoso “rosco” para las hemorroides con el que apareciste efímeramente antes de volver a desaparecer….bueno, me olvido de las muelas, de la gripe, del pinzamiento, de la caida en el baño y de otras excusas mas para no aparecer.
A ti, que decias que “no te dabas de baja porque el medico estaba muy lejos”, sin que nadie te molestara ni te hiciera preguntas a pesar de tus largas ausencias.
A ti, que intentaste robar una bicicleta de las cuatro que prestaron para un acto, la metiste en un cuarto de maquinas y el limpiador dio la alarma, y tuviste la cara dura de decir que te la encontraste tirada.
A ti, que cuando vinieron a instalar un telefono y tuvieron que abrir tu despacho con una tarjeta de crédito encontramos los botes de barniz que le habias robado a un compañero en la parte baja de tu armario.¿para que querias eso?
A ti, por ese calendario de vacaciones que diseñaste para fastidiarnos, perjudicando y aplazandole las vacaciones a un compañero, tanto lio y al final te tomaste dos semanas mas de vacaciones por la cara y sin siquiera avisar, diciendo después que habias perdido el avion.Jamas habiamos tenido problema alguno con las vacaciones hasta que tu llegaste
A ti, por la cara tan dura que le echas, los pocos dias que has venido a trabajar, y como muy temprano has llegado a las once .Sin contar cuando llegabas a las dos de la tarde…
A ti, racista y machista, que decias que te “estabas follando a una mora y que las sudacas eran muy faciles y baratas", y luego te las das de rojo y progre diciendo que “tienes un compromiso con la izquierda” y “estas en la ejecutiva del partido”
A ti, que acosaste a un compañero que tenia que llevar periódicamente a su mujer al hospital, y le pedias todos los justificantes, algo que solo hay que presentar en recursos humanos, y encima como nunca ibas a trabajar te echaba el justificante por debajo de la puerta.
A ti, que has falsificado un documento oficial, firmandolo tu mismo para aparcar donde te de la gana, dejando el coche usualmente en una zona de carga y descarga cercana a tu casa por toda la cara
A ti, que encima de no trabajar no acudes a reuniones, nos mientes diciendo que has ido y al dia siguiente vemos como en el acta consta que ni has aparecido
A ti, mentiroso compulsivo que le dijiste a la gente que nosotros trabajabamos en una obra, algo totalmente falso,sencillamente no podiamos trabajar porque no nos dabas trabajo alguno.
A ti, por el dia que oimos como pedias cita telefònica para el peluquero de tu perro y al rato nos dijiste por la cara que no venias al dia siguiente porque "tenías una reunión importante"
A ti, que cuando nos quejamos al sindicato ni siquiera quisiste reunirte y oir nuestras quejas, ausentandote el dia que vino el representante sindical que te llamó por teléfono previamente.
A ti, por esas horas de absurdas reuniones que, en los pocos dias que aparecias convocabas, siempre a las dos de la tarde, donde de forma incoherente no nos encargabas nada ni nos concretabas nada.
A ti, por darnos trabajo que corresponde realizar a otra dependencia con la que no tenemos nada que ver, algo ilegal dado que todos tenemos nuestras funciones.
A ti, por todo esto y por mucho mas te dedico el siguiente video, en la esperanza de que al menos te transmita un poco de la mucha maldita mala suerte que me sobra, deseandote un pronto y rapido cese fulminante.

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Y como la verdad, estamos en navidad y hay que ser generoso, y no he podido dejarle la mierda de regalo como hizo mi compañero, ahi va mi despedida

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cristiano Ronaldo, Pepe el brujo y el gafe futbolístico.


Mientras disfruto de unas “vacaciones” maravillosas, teniendo que seguir medicándome con antidepresivos, durmiendo fatal y añorando mi antiguo trabajo, hoy he visionado por primera vez un anuncio de una estrella futbolística, estrella que por cierto canta fatal pero le habrán pagado una lluvia de millones por diez segundos de gorgoritos, quien fuera el…..
Y lo que he leído de esta estrella me ha indignado, pues un individuo dice que lo está gafando con sus malas artes, y va a hacer que no juegue o no marque goles, algo difícil de creer, pero dentro de la sociedad en que nos movemos, no es de extrañar que nos salgan imitadores con un evidente ánimo de lucro.
Este hecho me ha traído recuerdos algo lejanos en el tiempo, que quiero compartir en este blog, para que se sepa cómo actuamos los gafes genuinos y profesionales.
Cuando era joven, tenía un compañero de colegio, Clemente se llama, para el cual no existía otra cosa que no fuera el futbol. Jugadores, entrenadores, fichajes, alineaciones, clasificaciones, etc era su único pasatiempo. Con el a veces solía ir al cine o hacer los deberes del cole. Aquella tarde de invierno de los 80, Clemente me llamó con mucho interés y me invitó a ir al futbol. En una larga llamada telefónica me dijo que su padre había sacado tres entradas, y que una era para su primo que se había puesto enfermo, así que me invitaba a ver un España-Holanda que, según el, era bastante interesante y yo, aunque me negaba, me pedía que lo acompañase y sucumbí a la invitación.
Y así, este pobre gafe acudió sin mucho interés a ver un partido de futbol, algo que ni me atraía ni me atrae. La verdad es que a mi nunca me ha gustado ese deporte, algo estúpido pero que genera mucho dinero, y tras pasar un par de aburridas horas viendo cómo la pelota pasaba de unos a otros y rodaba por el campo, me fijé sobre todo en Don Clemente, el padre de mi amigo, señor muy religioso, y alto cargo en una hermandad de semana santa, cuya transformación era asombrosa, a cada momento saltaba del asiento como si le hubieran puesto un muelle en el culo a la vez que por su boca salían todo tipo de improperios e insultos dirigidos al árbitro y los jueces de línea, y cómo chillaba, qué garganta más poderosa.
Por fin, acabó el dichoso partido, bastante aburrido por cierto y fue cuando entendí el motivo por el cual Clemente insistía tanto en que lo acompañara. Mi amigo coleccionaba autógrafos de futbolistas, y me quería para que, junto a el, consiguiera algún autógrafo de los jugadores. Corriendo, o por mejor decir volando, mientras su padre se quedaba atrás, me azuzaba para que alcanzáramos una puerta por donde saldrían fugazmente los jugadores. Pronto me dí cuenta que, desafortunadamente, no éramos los únicos, y que mucha gente también se dirigían a ver a sus ídolos. A pesar de ello, Clemente, experto en moverse entre multitudes, alcanzó una primera fila no sin dar algunos empujones mientras yo avanzaba detrás de el. Justo detrás de mi, tuve la mala suerte de que se colocó una chica rubia, guapa de cara, de ojos claros, pero con unos cuantos kilitos de mas, o mejor dicho, padeciendo obesidad mórbida dadas las enormes dimensiones de su barriga. A su lado, otra chica morena, mucho más delgadita, tambien esperaba ansiosamente la salida de los jugadores. Como dos autenticos gilipollas, con un folio y un bolígrafo que me dio Clemente y los traía preparados, esperábamos a la vez que, muy cerca de nosotros, un grupo numeroso de policías a caballo y otros a pie, algunos con casco, montaban guardia y el frío de esa noche de invierno empezaba a afectarme de manera notoria. Tras una tensa espera, en las que mis manos con el papel y el boligrafo casi alcanzan el punto de congelación, por fin salieron algunos jugadores por la puerta. Aunque yo no conocia a ninguno, la consigna de Clemente era que mientras el se dirigía a algun delantero, yo tenía que “ir a por otro”, fuera el que fuera. Apenas habían comenzado a salir, intenté cumplir mi deber con el primero que me topase, y sin muchas ganas pero estando en primera file intenté alargar el boligrafo a un tío bajito, pero fue entonces cuando un potente brazo surgido desde atras, y que llevaba numerosas pulseras que casi se llevan mi oreja de por medio lo impidieron. A ello se unió un grito que casi me deja sordo: ¡¡¡¡¡Sandokannnnn Sandokannnnnn tio buenoooooooo!!!!!..la chica morena alargaba su mano a otro jugador, bastante más alto, y el jugador, un tiarrón de dos metros de alto, se dirigió a donde estábamos, lo que hizo que, cuando estaba muy cerca, la gorda , totalmente histérica, para alcanzarlo me pegara un empujón tal que caí en los brazos de sandokan, golpeándome la frente con su hombro, que parecía de hierro forjado. Aunque no me caí al suelo porque no había espacio, el jugador cogió el boligrafo y mi papel y quizas para compensarme quiso firmarlo. Fué entonces cuando en una fracción de segundo pude ver una mano que venía directa a mi pecho, y detrás de ella un policía bajo de estatura, con uniforme marrón y boina negra, con muy malas pulgas, diciendo ¡atrás!. El empujón me lanzó con tal fuerza que, parte de mi cuerpo tropezó con la inmensa masa de la gorda, haciendo que girara en el aire y en mi caída le dí a Clemente un tremendo pisotón, y lo digo por el grito que dió. Lo siguiente que recuerdo fue ver a la morena y a la gorda abrazándose las dos, saltando y llorando desconsoladamente de la emoción del momento.
Volvimos a casa, yo con un fuerte golpe en la cabeza y Clemente, cojeando, quejándose de su mala suerte, pues él no pudo conseguir ningun autografo. Eso si, el semicirculo con una puntada de boligrafo que me hizo el tal Sandokan en el papel se lo quedó diciendo que era muy valioso pues se trataba de un jugador internacional.

Había pasado una década de aquel episodio cuando, un amigo mío del que ya he relatado otro suceso (Véase el gafe taurino) me invitó a pasar el día en Cádiz. Era verano, hacía calor, y paseábamos por una plaza llamada de la libertad, al lado de un mercado de abastos cuando tuve que pararme en la acera pues un mensajero con un mono azul claro, la tenía ocupada con una carretilla. Al volverse, pude verle el rostro de frente. Esa melena…ese rostro, esa estatura tan alta....me resultaban muy familiares, me quedé mirándolo, intentando recordar donde había visto esa cara, mientras el mensajero se alejaba indiferente por la calle y se perdía entre la multitud.
Fue entonces cuando mi amigo dándose cuenta de que me había fijado en el, me dijo:
-Ese es JJ. Era jugador del Real Madrid, y estuvo en la selección española. Cuando se retiró le fueron tan mal las cosas que lo único que ha encontrado es un trabajo de mensajero. Y ya muy poca gente se acuerda de el…
La verdad, lamento profundamente haberle transmitido tan mala suerte a ese hombre, yo no quería ir al futbol ese día, pero por la experiencia que tuve puedo dar fe de que los profesionales actuamos así. Mientras amateurs que denigran nuestra profesión quieren darselas de gafe con evidentes fines de lucro, la mala suerte que nosotros pasamos no funciona de esa manera. Si algun dia me tropezara con el Cristiano ese, se puede dar por seguro que algunos años mas tarde, cuando un mendigo andrajoso con acento portugues te pida una limosna, lo normal es que esa cara te suene familiar, y que se trate del mismísimo Cristiano Ronaldo.


miércoles, 18 de noviembre de 2009

Ojala no hubiera nacido

Hoy ha sido un mal dia.Despues de una baja laboral larga, tras ser eliminadas las funciones de mi trabajo de un plumazo, y con la mala suerte de que al jubilarse mi jefe nombraran a un inepto impresentante que ni se dignaba venir a trabajar, y cuando lo hacía era para fastidiar a los pocos que tenía a su cargo, el nuevo destino por llamarlo de alguna forma que me han buscado es un sitio por el que ya han pasado varias personas y han salido corriendo.En dos años, tres señores ocuparon la susodicha plaza, y se marcharon rápidamente de ahi.Por supuesto, el único candidato disponible era mi menda lerenda.
Encima, en ese departamente hay dos procesos penales por acoso laboral en los tribunales y un contencioso administrativo por dejar a una persona sin funciones, con una mesa vacía en el pasillo y con órdenes de que nadie le dirija la palabra.Maldito mobbing...es increible mi mala suerte, no puedo ni podre entender nunca cómo tengo tan mala suerte,me quitan mi trabajo, me hacen mobbing y ahora me mandan a un sitio peor...
El médico me ha dado un alta con muchas reticencias,el alta pone "mejoría clínica en fase secundaria de cuadro depresivo reactivo a situación de conflicto laboral", me mantiene el tratamiento con lexatin y esertia, y he de volver a verlo en pocos días por si se produjera una recaída, algo que no sería muy descabellado.Laboralmente estoy para el arrastre, fracasado, quemado y derrotado, tras muchas horas de estudio y una carrera de ingeniero que no me ha servido absolutamente para nada.Durante no mas de dos años he tenido la suerte de tener un buen trabajo, algo que me parecía imposible, dado mi mal fario.Y al final, como era de esperar en un gafe que arrastra una maldita mala suerte, me lo han arrebatado como cuando a un niño le dan un caramelo, empieza a saborearlo y entonces le abren la boca y se lo quitan.
Muchas veces solo pienso lo bueno que sería no haber nacido, no sentir nada, no sufrir pena ni dolor, no tener problemas y no tener que tomar pastillas para poder dormir.
La culpa la tienen Adan y Eva, si no se hubieran liado....ojala no hubiera nacido nunca ni yo ni nadie....Y me encuentro fatal.Dudo que esta noche pueda dormir.

martes, 3 de noviembre de 2009

Ser gafe y dedicarse a la halterofilia

Bueno, sigo vivo pero ya van 7 meses de baja laboral por depresión, (y me han pasado tela de cosas, pero no tengo muchos animos para escribirlas), la medicación me deja fatal, aunque al final, despues de perder o mejor dicho robarme mi trabajo, van a tener la gentileza de darme otro, porque nadie lo quiere (así sera la sorpresita que me tienen reservada).
En fin, si eres gafe y piensas en dedicarte al deporte, mejor es buscar siempre algo tranquilo y de no mucho riesgo.
El dedicarse a la halterofilia puede traer graves consecuencias, y si no pues mirar el video y os dareis cuenta:


lunes, 29 de junio de 2009

El regalo


No, no estoy muerto, pero casi casi.La maldita mala suerte que siempre me acompaña hace que me encuentre de baja laboral por depresion, relacionada directamente con mi trabajo, trabajo que me han quitado por la cara y que hace que, aparte de no dormir, estando a base de lexatin, deprax, esertia y una serie de medicamentos que me dejan para el arrastre, mi estado anímico se encuentre por los suelos.Algunas veces he intentado relatar mi experiencia por aqui, pero nada mas sentarme a escribir, las glándulas lacrimales me juegan malas pasadas, y la medicación me impide hasta concentrarme lo suficiente para escribir.Solo dire que la depresión es una enfermedad horrible, que te anula la personalidad, pero el acoso laboral o mobbing que es lo que ocasiona mi enfermedad, sintiendo impotencia por no poder hacer nada por recuperarlo, agrava aun mas mi estado anímico.
Y hoy quiero relatar un extraño suceso que me acaba de ocurrir, que por no tener nada que ver con mi tragedia personal me permite desahogarme un poco.
Utilizo internet como algo que me permite entretenerme, y hace mucho que estoy apuntado a una página de encuestas, que promete "grandes premios" por tan solo rellenar encuestas y dar opiniones.Decir que, mas que para otra cosa, lo uso como herramienta de distracción y he rellenado numerosas encuestas, casi todas relacionadas con consolas de videojuegos, teléfonos móviles, películas de estreno y hasta comidas para perro.
Recibí hace cosa de dos semanas un email donde se me indicaba que "un respetable fabricante internacional de una primera marca de su sector" me mandaba un producto para que lo probase y evaluase,recibiendo a posteriori otro correo para rellenar una encuesta sobre el mismo.
Aunque parezca mentira, hace tres días recibí un aviso de correos para retirar un paquete en la oficina destinado a mi, procedente de "belgium", lo que me hizo recordar que lo único que podía recibir era ese extraño y misterioso "producto".Por fin, alguien me habia regalado algo, cosa curiosa pues en mi vida nunca he acertado a la loteria, la primitiva, ni me ha tocado nada.Es mas, recuerdo que cuando mi madre compraba lotería la ocultaba porque decía que si la miraba "el número ya no salía", cosa que, sin mirarlo ni acercarme siempre pasaba.
¿Habrá cambiado por fin mi suerte? me preguntaba.
Al día siguiente, muerto de curiosidad fuí raudo y veloz a primera hora a la oficina de correos, algo alejada, y mis pensamientos rememoraron la última vez que fui a una oficina de correos.El pasado año, tras desayunar con un compañero de trabajo,valientemente éste me dijo que lo acompañara a recoger una carta certificada que había recibido.No podía ser de otra manera:Se trataba de una notificación judicial por un conflicto de lindes de una finca heredada de su madre, que le conllevó,hasta el momento de darme de baja, fuertes gastos económicos de abogados y topógrafos, gastos que no habían terminado todavía, pues la cosa sigue su curso.Y es que ir a recoger una carta con un gafe conlleva eso.Mis pensamientos se tornaron negativos, ¿qué podría ser aquel paquete?.¿Me esperaría otra desgracia?.
Al llegar a la oficina e identificarme, pude ver cómo la empleada aparecía con un paquete enorme, bastante más grande de lo que pensaba, proveniente de Bélgica.En el remite figuraba la empresa de las encuestas.Por su tamaño, debía sería algo pesado,pero curiosamente, al cogerlo, se notaba muy liviano.
Despues de recogerlo, por el camino,y debido al poco peso, agitando el contenido, y a los tipos de encuestas que había realizado,llegué a la conclusión de que solo podía ser una cosa: un movil de última generación, con bluetooh, conexión a internet por wifi, bien embalado para evitar golpes, pero....¿tendría trampa?.Lo mismo se trataba de un timo, teléfono "gratis" pero haciendo contrato de estos de estar dos años pagando....así que decidí que, si no era de prepago, intentaría venderlo al mejor postor.
El calor reinante, y mi curiosidad, hicieron que a pesar de la flojera con que me dejan los antidepresivos llegara pronto caminando ligero a casa para poder ver el contenido del paquete....
Con mucha curiosidad y prisa, abrí la caja para coger el movil y.....me encuentro con que el "regalo" se trata de un paquete de cuatro rollos de papel higiénico, con una carta para que lo pruebe en el plazo de un mes, en que me mandaran un formulario que tengo que rellenar.















En fin, es mi suerte, para una vez que me regalan algo....en el trabajo me han dado por el culo, y en internet, para el culo.
Y es que gracias a mi mala suerte, en todo voy de culo....

jueves, 9 de abril de 2009

Ser gafe en semana santa

Mi maldita mala suerte y mis desafortunadas circunstancias laborales me ha llevado a una fuerte depresion por lo que no actualizo el blog, sobre todo porque la medicación me deja aun peor de lo que estoy.

Por ser semana santa,he querido hacer un esfuerzo para mostrar la mala combinacion que es ser gafe y participar en las procesiones.
Para nosotros lo mejor es quedarnos en casa y acostarnos hasta que pase todo...

miércoles, 4 de marzo de 2009

Ser gafe y meterse a cazador

¿Eres gafe y alguien te invita a una cacería?
La verdad es que es mejor quedarse en casa.
Pueden pasarnos muchas cosas, te lo aseguro....

miércoles, 11 de febrero de 2009

El desempleo y las lentejas con chorizo



Ahora que en estos días veo que mucha gente pierde su trabajo, o sufre una reducción de su sueldo, me ha venido a la memoria lo que me sucedió con el primer trabajo que tuve.
En esa época yo era estudiante, y los mandamases que gobernaban subieron las tasas universitarias un 6% ...de media. En realidad, la subida para escuelas técnicas , como era mi caso, comparada con la del año anterior era del 22, 4%. Como mi padre tenia una pensión escasa, pude sentir el miedo de no poder matricularme de las asignaturas que quería por problemas económicos, así que solo quedaba una alternativa: un trabajillo que, con una duración máxima de un par de meses me permitiera ganar lo suficiente para pagar la matricula aunque no pudiera ir a clase el primer mes del curso.
Mi padre, recurrió a algunas de sus amistades y, para mi desgracia, un hijo de un intimo amigo suyo se ofreció a colocarme de vendedor en la empresa para la que trabajaba, donde hacia falta gente. Angelito, así se llamaba, llevaba un año y medio de comercial y decía que le iba muy bien. Tras hablar con el, me dijo que me presentaría al director comercial, y dado que había una campaña en marcha me admitirían sin muchos requisitos.
La entrevista de trabajo fue muy corta con un hombre calvo, con pelo en los laterales, y un extraño caracolillo en el frontal de la calva, algo que, junto a sus gafas de montura negra y sobre todo a su acento gangoso, arrastrando las “erres” hacia, lo digo sinceramente, muy difícil no reírse delante de su cara.
El trabajo en si, no era sino una campaña de promocionar y vender una tarjeta de fidelizaciòn de la empresa, y mientras que Angelito tenia un contrato en toda regla, con un salario fijo, a mi lo que me hicieron firmar era una especie de contrato basura o contrato mercantil, donde no había salario ni sueldo, era a comisión y quizás por eso, porque nadie lo quería, no hubo problemas para conseguirlo. La primera semana, con un vendedor experto, debía ir con el para “aprender”, y por supuesto no ganaría nada de dinero, pero serviría como practica de venta. La segunda semana, tenia que desenvolverme por mi cuenta y riesgo en algunos lugares específicos con los que la empresa había concertado telefónicamente que un agente de ventas se pasaría para ofrecer la tarjeta. Aquí si que ganaba a comisión los contratos de tarjeta que hiciera y al acabar esa semana, los nuevos comerciales se reunirían con el gangoso para exponerle los resultados obtenidos, paso previo para los mejores vendedores conseguir un contrato laboral mas serio que sí ofrecía un salario fijo y comisiones.
La primera semana fue terrible, el vendedor veterano era un loro parlanchín, y encima la campaña se centraba en visitar polígonos industriales, en la periferia de la ciudad. Quizás, porque el tio hablaba por los codos, conseguía buenos resultados, la gente para que los dejara en paz solicitaba la dichosa tarjeta y se le notaba experiencia y mucha maña en el trato con la gente. La segunda semana, ya sabiendo que trabajaba a comisión se convirtió para mi en una autentica obsesión: 48 era la cifra mágica. Cada 48 contratos, este pobre estudiante podría pagar el importe de una asignatura. Y así, recibiendo al principio de la semana una larga lista de lugares que visitar, casi todos ellos situados en la periferia de la ciudad. me puse manos a la obra, obteniendo un pobrísimo resultado. A pesar de mis esfuerzos, de gastar suela de zapatos, con mi mala suerte solo conseguí que se interesaran por la puñetera tarjeta 32 personas, estaba claro que no servia para ser vendedor.
Al principio de la semana siguiente, había llegado la hora de rendir cuentas ante el gangoso el cual de esta forma sabria si eramos buenos vendedores. Ese fatidico dia, nos citaron a las 4 de la tarde, con vistas a que por esa mañana pudiéramos hacer visitas. A mi casa llegue para el almuerzo con mucha hambre y tuve la mala suerte de que mi madre me había preparado un enorme plato con dos ristras de buen chorizo de matanza de la sierra que nadaban entre una copiosa cantidad de lentejas, que, debido al hambre con que llegue a casa fueron engullidas rápidamente.
Faltaban diez minutos para la reunion cuando pude entablar conversación con los noveles compañeros. Cada caso, cada vida, era un reflejo del mercado laboral. Entre los siete que éramos, habia dos licenciados universitarios que, hartos de buscar empleo infructuosamente tuvieron que coger este trabajo, otro vendedor estaba casado y vivia con los suegros por no poder comprarse un piso, y asi, entre rumores de que a finales de mes harían contrato a tres de nosotros, entramos en una pequeña sala con una mesa circular donde, además del gangoso apareció un hombre enchaquetado, fumando un puro enorme, con un rostro muy serio que resultó ser el subdirector comercial de la entidad. El gangoso comenzó dándonos las “gdacias” por el “esfuedzo dgealizado” y que cada uno dijera su nombre y cuantas contratos de tarjeta habia conseguido. Para mi desgracia, las lentejas con chorizo comenzaron a pasarme factura. La digestión, el estomago, exigían que determinados gases que se habían producido en mi cuerpo fueran expulsados del mismo con celeridad y diligencia. Dado que estaba en una reunión con muy poca gente no podía abandonarla, asi que decidi dar ordenes rigurosas a mi esfínter para que, permaneciendo cerrado no dejara pasar esos molestos gases hasta que finalizara la misma, esperando que la reunion fuera breve. Mientras cada uno se presentaba y autoalababa su trabajo, la masa de gases comenzó a incrementarse, y a presionar con mas fuerza por salir de mi cuerpo. Mi esfínter cerrado a cal y canto, fue apretado aun mas para que aguantara los embates de la masa gaseosa, pero ello hizo que los gases subieran por mi vientre causandome una sensación de malestar general, y a duras penas podia contenerlos. Mi rostro comenzó a mostrar a los presentes una sensación de pena y de dolor que trataba inútilmente de disimular. Un minuto después, tuve que comenzar a moverme en la silla donde estaba sentado, apoyando una nalga en el asiento e inclinándome 30 grados apretando fuertemente mi esfínter a fin de contener el ímpetu de esos gases molestos. Como si fuera un diapasón, me movía de un lado a otro de la silla, cuando me toco el turno de palabra. Con rostro descompuesto, dije mi nombre, las pocas ventas que habia realizado y, sin muchas ganas de hablar como los otros que loaban a la empresa, cedi mi turno al compañero de al lado. Mientras este disertaba sobre sus ventas, decidí abrir un poco mi esfínter, con disimulo y gran cuidado a fin de que no se escuchara la salida forzada de gases de mi cuerpo. ¡Piiip!. Con horror, detuve la salida de gases de inmediato, había sonado un pequeño pitido y los que estaban a mi lado volvieron si rostro hacia mi. El turno de palabra, pasò a otro vendedor, bastante pesado y enrollado, que parecía que hablaba en un parlamento en vez de para un grupo de aspirantes a vendedores. Durante su disertación, la gran nube gaseosa acumulada en mi cuerpo había adquirido dimensiones enormes, un dolor de barriga inmenso subía desde mi bajo vientre hasta el estomago, y fue cuando decidí que no me quedaba mas remedio que evacuar o reventar por culpa de las dichosas lentejas. Con sumo cuidado y disimulo, me senté derecho en la silla, me eche hacia delante y abrí mi esfínter levemente. Durante segundos que me parecieron eternos, un pequeño pitido era apreciable, creo que por todos los componentes de la mesa. ¡Piiiiiiiipiiiiiiii…….! Y sin poderlo evitar, al final del pitido se escucho un ¡Prooooom.! enorme, seco y sonoro, que hizo que el del discurso se callara y el que estaba a mi izquierda empezo a reir a carcajadas mientras mi rostro adquiria un color rojo. El gangoso, dijo ¿Qué ha padado, que ha dsido eso?, el que fumaba el puro dijo: ¡Por Dios, que vergüenza, que poca educacion! ¡Un respeto, esto es una reunion de trabajo!.A los pocos segundos, un olor apestoso inundaba la sala, y se mezclaba con el olor a puro habano, contaminando el ambiente mientras que el compañero de al lado reia a carcajada limpia y el gansoso dijo en su tonillo que “ si do fuedda cliente y viene un venddedo a peedse lo echo a da calle”, lo que hizo que el que estaba a mi lado se cayera al suelo desde la silla y empezaron a saltarseles las lagrimas, a tal punto que la reunion se tuvo que suspender. Muerto de vergüenza, una vez que salimos intente hablar con el gangoso para pedir disculpas, pero el del puro me cortó el paso,y señalando al de la risa y a mi, nos cito al dia siguiente en su despacho a las nueve, para “comentarnos algo de las ventas con mas detalle”.
De camino a mi casa, las dichosas lentejas hicieron que, aprovechando calles poco transitadas aliviara mis molestias, todas las ventosidades eran de la misma naturaleza, sonoras y bastante apestosas.
A la mañana siguiente, el señor del puro no estaba, había “salido” y su secretaria nos dijo a los dos que solamente era para darnos un cheque con nuestras comisiones e indicarnos que sobraba personal, que de momento no nos necesitaban pero que nos llamarían dentro de dos meses para otra campaña. (evidentemente no me llamaron mas)
Para mi desgracia, mi padre se enteró de lo sucedido por el padre del Angelito y tuvo una bronca enorme conmigo. Aquel año tuve que matricularme de dos asignaturas menos por culpa de las tasas dichosas.
Cosas de mi mala suerte, soy el único que ha perdido un trabajo por culpa de unas lentejas con chorizo……

domingo, 25 de enero de 2009

Canciones donde se cuentan experiencias gafes

A veces, los gafes nos desahogamos componiendo, con mayor o menor calidad, poemas acerca de las experiencias desafortunadas que hemos padecido.
A esas bellas rimas que nos salen de lo mas profundo de nuestra gafada alma, algunos se atreven a ponerle musica, y otros incluso si se hacen con una cámara de video, llegan a colocar bellas imágenes llenas de profundo sentimiento.
Es es caso de Chinitito, que primero compuso esta bellisima letra tras una experiencia desafortunada, dedicada a una chica no muy agraciada físicamente:

Estoy enamorao de una niña
que es casi casi un tumor
Cuando la vió la comadrona
dicen que se vomitó
Me gusta por lo bien que se mueve
y lo bien que me hace el amor

De la mamada espero un arte
¿se dejará por el culo?
Eso es muy importante
en nuestra relación

Chúpala, chúpala
que no te vea la cara
Chúpala, chúpala
que me vas a provocar

Y posteriormente, tras ponerle música, compuso una canción a la cual siguió el oportuno videoclip con un resultado que cada uno juzgará por sí mismo:

Videoclip - Chinitito from malviviendo on Vimeo.

En fin, no se si eso de que no te vea la cara va mas por el que por ella, cosas de la mala suerte....

jueves, 22 de enero de 2009

Pisar una mierda...

Mientras estoy convaleciente en la cama despues de un trágico martes 13, tapándome con un edredon descosido, con un gripazo tibetano y una rodilla inflamada, me he comido el coco y hago reflexiones sobre los efectos que produce pisar una mierda.
Dice la tradición popular que trae suerte, pero lo que garantizo, por las muchas mierdas que he pisado en mi malafortunada existencia, que desde luego a los gafes nos ocurre lo contrario.
He aqui la prueba:

Y recuerda: si eres gafe y ves una mierda en la calle ni se te ocurra acercarte a ella.....

miércoles, 14 de enero de 2009

Crónica de un martes y 13

Para nosotros los gafes, todos los días son martes y 13. Raro es que algún día no nos ocurra ninguna desgracia significativa que agregar a nuestro mal afortunado currículum vital. Sin embargo, quizás por aquello de la sugestión, o de la fecha, es normal recordar qué es lo que nos ocurrió aquel fatídico martes y 13.Por ejemplo, mi penúltimo martes y 13 vino precedido por un olor repugnante y desagradable que inundaba mi despacho del lugar donde tengo la mala suerte de trabajar, olor que comenzó a “cantar” un viernes, que el lunes ya hacía difícil la permanencia en el mismo y que el martes se tradujo, al investigar su procedencia, en que el cadáver de una hermosa y cebada rata cayera desde el hueco del conducto de aire acondicionado del techo hasta el lugar que se sitúa, “casualmente” mi asiento, justo debajo del mismo lo que hizo que el cadáver, en avanzado estado de descomposición, al darle con un palo, aterrizara en el sillón donde dejó un rastro biológico que hizo que, hasta que limpiaron el asiento, tuviera que permanecer sentado en un molesto taburete de madera durante un par de días. Y por supuesto, el olor a rata muerta persistió durante la semana, haciendo que al salir del trabajo me acompañara el correspondiente tufillo a cadáver corrupto.


Ante la posibilidad de que este nuevo martes y 13 se produjera algún incendio en el sucio y maloliente sótano donde tengo el despacho, o que se cayera el techo, apareciera una gotera, o sencillamente que me cayera por las escaleras y me rompiera la crisma, como me debían algunos días de eso que se llaman “asuntos propios”, para huir del peligro, decidí que este recién pasado martes 13, estaría de permiso para evitar que mi mala suerte me jugara una mala pasada. Además, tenia obligatoriamente que aprovechar la mañana para hacer una compra obligada; Una fuerte ola de frío que se abatió sobre la ciudad, hizo que quisiera utilizar un edredón nórdico para dormir, pero antes de ello decidí, al sacarlo del baúl, lavarlo. Juro por Dios que no sabia que los edredones de plumas no se podían meter en la lavadora, encima apenas lo había utilizado, y debido al frío reinante, tenia que comprar rápidamente uno nuevo para no quedarme congelado. Las “rebajas” de unos grandes almacenes, donde previamente había mirado tropezaron con unos precios prohibitivos, y la recomendación de alguien hizo que mis pasos se encaminaran hacia un sitio que se llama factory, outlet o algo parecido, situado en el extrarradio de la ciudad, cercano al aeropuerto pero al que se podía acceder en “bus gratis”.Y haciendo caso omiso a la fatídica fecha, decidí de forma valiente y arrojada que aprovecharía mi día de permiso para ir allí a por un edredón nórdico barato y lavable que me mantuviera calentito en la cama.
El día amaneció, (que raro) triste, frío y lluvioso. Salí de casa temprano, para coger el bus gratis que llevaba al lugar y, como un triste presagio, el viento frío y la lluvia agitaban mi paraguas y mojaban sobre todo la parte baja de mi cuerpo. Algún charco hizo el resto del trabajo, y así hasta llegar a la parada del bus, el agua y humedad se convirtieron en indeseables compañeros de compra. El viaje en bus, medio vacío, tampoco fue agradable. Los compañeros de travesía eran pocas personas, muchas de ellas con pinta de jubilados y amas de casa. Aquella señora con obesidad mórbida pudo escoger otro asiento, pero para mi desgracia se coloco a mi lado, y justo delante sus compañeras de tertulia. Así, mientras el autobús circulaba lentamente en medio de un gran atasco de trafico, pude oir , dado que mas que hablar gritaba, que quería comprar una falda estampada a su Vane, y le pedía consejo a sus compañeras situadas en el asiento de delante, mientras su cadera seboso-celulítica me arrinconaba contra la ventanilla cual boxeador proyectado hacia las cuerdas. También habló de su hermana Faustina, cuyo hijo habían echado los de la “mobilaria” y estaba en paro a pesar de ser un fontanero “mu apañao”, de un cuñado que estaba en Barcelona casado con una rumana que le sacaba los cuartos y cuando comenzaba a hablar de su devoción por la Virgen del Rocío, el bus por fin aparcó y me vi liberado de esa inmensa masa de carne con tortura sonora incorporada, que me provocó un doloroso dolor en la cadera que me acompaño en todo mi paseo por la galería comercial.
Al fin, en el lugar, y sin muchas ganas de comprar pero acuciado por la necesidad, me hice con un edredón que estaba de “oferta” no sin preguntar si se podía lavar, y contando el accidente domestico con el difunto edredón de plumas, que arrancó de la joven dependienta una sonrisa y seguramente un pensamiento parecido a “menudo amo de casa”. Sin detenerme mucho, dado la lejanía del lugar, de nuevo mis pasos me llevaron al exterior, en donde la lluvia caía de forma continuada, aunque no con gran fuerza. Pude ver el autobús gratis en la parada, así que apreté el paso, pero ahora caminaba más torpemente dado que portaba un paraguas en una mano, y una bolsa enorme y voluminosa con el edredón en la otra. Hay que decir que, este autobús, al ser “gratis” circula con poca frecuencia, y al estar en un lugar muy retirado donde obligatoriamente hay que tener coche para ir, si perdía el bus habría que esperar una hora al siguiente. Cuando faltaban unos veinte metros para llegar a la parada, todos los pasajeros ya estaban subidos, por lo cual y ante la salida inminente, no tuve mas remedio que ponerme a correr si no quería perderlo.
Sucedió en una fracción de segundo. Un chasquido seco, proveniente de mi zapato izquierdo al levantarlo del suelo y a continuación, al ponerlo de nuevo en el pavimento, con la parte trasera de la suela rota, y de ahí el chasquido, dí con mis huesos sobre el gélido y húmedo pavimento, soltando el paraguas y la bolsa. A los dos segundos, tuve una fuerte sensación de frío húmedo alrededor de mis rodillas. En esa zona, un pequeño charco había acabado con mis maltrechos pantalones, llenándome de agua todo el perímetro de las rodillas, que se llevaron la peor parte del golpe. Un alma angelical, hombre con un mono de trabajo, ignorante de que soy un gafe redomado, se acercó e intento levantarme, pero con tan mala suerte que al darme la mano, al estar resbaladizo y mojado el suelo, lo arrastre en mi caída y tuvimos que intentar los dos levantarnos del suelo. Sin duda mi cenizo le jugó la mala pasada a ese hombre generoso y desinteresado que, a pesar de estar lloviendo, quiso ayudarme, y el pobre corrió igual suerte. El paraguas sufrió una lesión en una varilla que hace que una parte del mismo no permanezca abierto, la bolsa del edredón estaba empapada, aunque el mismo, dentro de la funda, permanecía seco. Posteriormente, también pude ver que los pantalones tenían un agujero a la altura de una de las rodillas. Al levantarme, una mezcla de barro, agua y un olor repugnante a suelo sucio así como un fuerte dolor en la rodilla izquierda trajo a mi memoria la fecha fatídica: era, sin duda, martes y 13.Por supuesto, el bus gratis había partido sin mi, y yo, mojado, herido, caído, con un zapato roto por la parte posterior de la suela, me vi obligado a coger un taxi hasta mi casa, algo difícil dado que llovía y pasaban muy pocos. Por fin, al cabo de veinte minutos de tensa espera, mojado, sucio y bajo la lluvia pude pillar uno. Fueron 37,45 euros el importe de una larga y eterna carrera,(llevaba incluso un recargo por cogerlo "en el aeropuerto") con numerosas paradas debidas a atascos de tráfico, y todo esto tras acomodarme herido en el asiento trasero, con una peste horrible a agua sucia. Eso sin contar con que he roto unos pantalones y el paraguas ha quedado tocado, lo que significa mas gasto. Tras hacer cuentas pude comprobar que si lo hubiera comprado en los grandes almacenes, me habría salido mas barato dado que la carrera del taxi se llevo mas de lo que había ahorrado comprándolo allí.
Ya por la tarde, en frío, la rodilla comenzó a amoratarse e hincharse mientras que uno de los muslos comenzó a dolerme por la parte interior. El edredón, que había sacado de la bolsa mojada, gracias a su embalaje estaba seco. Algo, al menos había ido bien. Decidí acostarme y reposar, tras gastar los restos de un reflex que se me agota dada la frecuencia de los golpes que recibo, por lo que el estreno del edredón no podia ser peor, debido al frío reinante no me quedaba mas remedio que usarlo. Al colocarlo sobre la cama, pude ver que se encontraba totalmente descosido por un lateral, por lo que puedo decir, sin duda, que me han dado gato por liebre.Seguramente la dependienta, me largó uno defectuoso tras darse cuenta que no entiendo de edredones.Tocaría devolverlo, pero…miedo me da regresar, y encima me pílla muy lejos.
Cae la noche del martes 13, mi cuerpo reposa dolorido y comienzo a moquear. Creo que me he resfriado……
Cuando escribo esto lo hago desde la cama. La rodilla, amoratada se me ha inflamado y me cuesta andar, el muslo me duele bastante y creo , por el malestar de este mediodía y la falta de apetito que tengo la gripe. Y hoy , menos mal, es 14, así que he de alegrarme que no sea martes y 13...

miércoles, 7 de enero de 2009

Casi me matan al empezar el año


Para alguien como yo, con tanta mala suerte en la vida es dificil, por no decir imposible, que tras un año de desgracias continuadas venga un año mejor.
Y asi, mi comienzo de año, por llamarlo de alguna forma, no ha podido ser peor.
Hace mucho que no celebro nada sencillamente porque no tengo nada que celebrar,y por eso lo que hago siempre es meterme en la cama una hora, o una hora y media antes de esa estupida tradicion de celebrar las campanadas de medianoche y las uvas.Me acompaña mi dosis de lexatin y noctamid, que para ocasiones especiales como esta se ven "reforzadas" por consejo médico.Para los profanos, decir que el lexatin te relaja y el noctamid, te permite dormir.La tradicional cena familiar, como estoy solo y muy decaido, lo cambio por una cápsula de deprelio, un medicamento que me deja casi paralizado y sin ganas de levantarme, que por llamarlo de alguna forma es un medicamento para "ocasiones especiales" como esa fecha.
Y así, poco a poco tras tomar como cena un bocata de pan bimbo con mortadela barata,para olvidarme del triste año que termina y no pensar en lo que me pasará en el venidero, me puse a escuchar un podcast de un programa de misterio sobre la vida despues de la muerte, con el cual poco a poco, morfeo vino por fin a hacerme el favor de olvidarme de la fecha y la ocasión, pero escuchando, qué remedio, petardos de fondo de gente que celebraba la llegada de un año, que para muchos de ellos, curiosamente no será muy bueno con la crisis que tenemos.
A pesar de la medicación, quizas por los malos recuerdos, no conseguía dormir cuando empece a escuchar los primeros cohetes y petardos que, sin duda señalaban que el año nuevo o las campanadas habian llegado.Poco a poco, con los ojos cerrados y escuchando de fondo las experiencias de gente que ha estado a punto de palmarla y casi han visto a Dios, el sueño comenzaba, por fin a llegar.Fué cuando, una tremenda, fortísima y brutal explosión, o mejor dicho, varias explosiones seguidas proveniente del balcón de mi habitación,y muy cercano a mi cama, por lo cual la camatembló, lo que hizo que me espabilara,y a a vez noté un ruido de cristales rotos seguido de voces de gente gritando, riendo y corriendo por la calle.
Con mucho esfuerzo, conseguí levantarme y pude ver, medio dormido y justo cuando los medicamentos comenzaban a afectarme, restos de cristales de la ventana del balcón, que afortunadamente tenía los pestillos cerrados, lo cual evitó que lo que tiraron se colara dentro y me hiciera daño.Debido a mi estado, totalmente dopado,alcancé la cama aunque bastante sobresaltado e inquieto, pero por culpa del deprelio mover un dedo me requería gran esfuerzo, tardando un rato en poder conciliar el sueño a pesar del tratamiento médico.
Al día siguiente, cuando la medicación dejó de hacer sus efectos pude contemplar lo que me habían hecho.Restos de una traca y de varios petardos se concentraban en suelo de mi balcón,la traca la habían tirado de tal forma que la lanzaron hacia las puertas y con la explosión, rompieron el cristal.Por la parte de abajo en el suelo se ven restos de pólvora negra, y casquillos de cartón grandes, no eran petarditos que digamos, por lo que deduje que, no contentos con la traca, se dedicaron a lanzar petardos grandes contra mi balcon.
No se quienes han sido, pero curiosamente han acertado de pleno.No lo han tirado a ningun otro balcon, o ventana ni mío ni de los vecinos, es como si hubieran ido por mi, gafe al que siempre le toca algo malo, pero nunca nada bueno.
En fin, espero que mi gafe y mi mala suerte les persiga este año, y que se hayan atragantao con la haba del roscón de reyes.
Y para mas inri, el cristalero encima me ha sangrado por ponerme el cristalito, y cinicamente me dice que al "empezar el año los precios han subido,una pena, hace una semana me cobraba menos".
Que mal rayo les parta.Me encantaria cogerlos y hacerles lo que al tio este:

Si esta es al comienzo del año, miedo me da pensar las cosas que me van a ocurrir a lo largo del mismo.Menudo cenizo tengo encima....