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miércoles, 24 de diciembre de 2008

Se me ha aparecido Santa Rita



-Santa Rita de Casia, ampárame en mi desgracia.
Es una frase que, como coletilla pronuncio a menudo y en voz alta en el sitio donde tengo la desgracia de “trabajar”, por llamarlo de algún modo, cada vez que escucho escándalos y sucesos relacionados con el mismo.
Y quizás por aquello de que, estos días como uno se puede figurar, llamados por algunos fiestas de navidad no son muy apropiados para un gafe que está solo y sin familia, algo sugestionado he tenido un sueño extraño,o mas bien una pesadilla de la que me he despertado bastante sobrecogido.
Los sueños de un gafe no pueden, lógicamente, ser placenteros. Muchas veces tengo la sensación de haber soñado algo, pero no recuerdo nada. Sin embargo, en mi vida, recuerdo con nitidez las tres pesadillas tenebrosas que he tenido, a las que se ha añadido este extraño sueño.Mis tres sobrecogedoras y horribles pesadillas han sido nefastas; En una de ellas, veía desde la azotea de mi casa estrellarse un avión, en otra buscaba algo desesperadamente entrando en todas las casas de una localidad costera sin saber qué estaba buscando, y en el tercer sueño, de nuevo desde la azotea de mi casa contemplaba un combate aéreo en el cielo sin saber quien era el ganador, pero con el miedo de que si perdia un bando,la nación sería invadida y lo pasaría muy mal.
Ahora, quizás por las circunstancias desafortunadas por las que atravieso, anoche tuve un sueño extraño, seguramente sugestionado por producirse en un sitio por el que paso a menudo y en el que me fijé hace una semana dado que había una larga cola de gente esperando a comprar dulces. Se trata de un convento de monjas de clausura que elaboran unas yemas muy sabrosas y que, en fechas cercanas a la navidad, siempre hay mucha afluencia de gente y grandes colas para hacerse con el preciado manjar.
Después de un mal despertar, me he informado sobre la protagonista del sueño, y me he sorprendido al ver que he soñado con una santa gafe y con muy mala suerte en la vida, como yo. Se trata de Santa Rita de Casia, cuya biografía nos muestra a alguien gafado desde su niñez hasta su muerte. Cuando era una niña, allá por los años 1380, si a Rita le preguntaban que quería ser de mayor, ella respondía sin dudarlo monja. Pero sus padres, tenían otra idea mejor para ella, casarla con un millonario en doblones de la epoca, y Rita, humilde y obediente, se casó con ese hombre el cual, aprovechándose de la inexistencia de leyes de violencia de genero en aquellos tiempos, decidió obsequiar a Rita con jarabe de palo un dia si y otro tambien, a la vez que se aficionaba a los buenos y sabrosos vinos de la región, llegando a su casa borracho y con ganas de pegarle a su pobre y virtuosa mujer, mientras Rita aceptaba resignada ese papel de esposa maltratada, tan alejado de su vocación de monja como desafortunado. Por si fuera poco, quedó embarazada y en vez de parir un niño, tuvo gemelos, que crecieron mientras su padre continuaba dedicado a una vida perversa y pecaminosa, cuya factura fue su muerte asesinado en una pendencia. Los gemelos, que cuando mataron a su padre eran unos mocetones, decidieron vengar la muerte del borrachín, y Rita pidió a Dios que se los llevara para que no se cargaran a nadie. Y así, al poco, la mala suerte visitó a los gemelos, que murieron sin vengar al padre. Ya viuda y sola, Rita intenta entrar al fin en el convento, pero una viuda metida a monja no estaba bien vista en aquella época, y la madre superiora del convento agustino de Casia rechaza su solicitud de ingreso. Inicia una huelga quedándose en la puerta del convento para que la admitan, y de noche se le aparece un angel, que la coge en brazos, sale volando y la cuela en el patio del convento.Tres veces la rechazan y tres veces aparece a la mañana siguiente en el patio, gracias al angel que le hace de puente aéreo. No tienen mas remedio que admitirla ante el milagro, y ahora que Rita por fin ve cumplido su sueño de ser monja, donde lleva una vida de oracion y virtudes, lo cual debía haber sido el final de su mala suerte, su gafe continúa pues comienza a tener visiones y en un éxtasis una espina de la corona de Cristo crucificado sale disparada y se le clava en la frente, ocasionandole una llaga dolorosa, ponzoñosa y apestosa que la acompañará de por vida. Las monjas, ante el mal olor que desprende la llaga se apartan de ella aunque Rita llevaba una vida plena de humildad y de virtudes. Cual cenicienta, cuando las monjas van a ser recibidas en una audiencia papal, excluyen a Rita, dado el mal olor que desprende, pero Rita, pidiendo a Dios ver en audiencia al papa, obra el milagro y le cambió el olor apestoso por un místico olor celestial a rosas, por lo que pudo acompañar a las monjas a verlo, el cual quedo asombrado de sus virtudes. Nada mas salir de la audiencia, el olor místico se transformó en el apestoso. Murió en olor de santidad, tras cuatro meses de agonia, y la misteriosa fragancia que envuelve su tumba es la misma que desprendía su llaga durante la visita al papa. Rápidamente, su fama se extendio por sus muchos milagros y beneficios concedidos a sus devotos, y es considerada por ello como la abogada de lo imposible.

Mi pesadilla, muy extraña y que me ha dejado inquieto, comienza cuando entro en el bello y recogido patio del convento de clausura donde se encuentra el torno que despacha las famosas yemas. Veo una monja, con un delantal y una escoba de bruja con la que barre afanosamente el patio.Cuando se da la vuelta y se dirige a mi, compruebo que su edad puede oscilar entre los 95 y 100 años dada las arrugas y el aspecto de su rostro. Contrariada, al verme se dirige a mi y me dice:
-¿Pero que haces aquí? ¿es que no sabes que va a salir Santa Rita?
En ese momento, se abre una puerta lateral y veo que salen tres figuras de ella. Se trata de dos monjas situadas a derecha e izquierda con rostros muy jóvenes y bellos, vestidas con hábito negro riguroso, y enmedio de las dos se encuentra una monja extraña y atipica, no se le ven los pies y su hábito levita sobre el suelo. Su rostro es el de una muñeca de porcelana antigua, todo estatico, sin ningún movimiento ni gesto, totalmente impersonal.
-¡Apartate, que va a pasar la santa! Me dijo la monja limpiadora, amenazándome con su escoba mientras veo que las tres figuras caminan por un extremo del patio ignorandome como si no me vieran, pasando a mi lado totalmente indiferentes a mi y es cuando, sintiendo una gran inquietud, al darme la espalda comienzo a caminar detrás de ellas.
-¡Espera, un momento!, grito desesperado cuando, las tres monjas comienzan a dar vueltas alrededor del patio, mientras aceleran el paso y yo a la vez comienzo a andar mas deprisa.Cuando me doy cuenta, estoy corriendo alrededor del patio persiguiéndolas, cada vez corro mas y mas, con mayor velocidad mientras las dos monjas y la santa, cual correcaminos y yo como si fuera el coyote, aceleramos sin poder alcanzarlas nunca.De repente, la santa se sitúa en el centro del patio y se eleva hasta la altura de la primera planta, quedando suspendida a la altura de un balcon. Es cuando yo me arrodillo en el suelo, extiendo mis brazos y dirigiendome a la santa le digo:
-No te pido dinero, ni riquezas, no las quiero ni deseo. Solo te pido ser una persona normal, tener una familia como todo el mundo con la que compartir penas y alegrias, poder ir con ellos de compras, al cine o sencillamente al supermercado, salir, vivir como toda la gente, y tener un trabajo que me llene, me guste y en donde me estimen y me consideren. Quiero ser una persona del monton, ayudame.
Entonces, con una voz gutural, sin mover los labios, una extraña voz salió de la muñeca que permanecia suspendida en la primera planta:
-Soy abogada de lo imposible, pero lo tuyo esta fuera de limites.
Y entonces, una extraña explosion muy parecida a la de los efectos de magia hizo que la santa se convirtiera en una lluvia de cintas y confetis de colores que caian, desde su altura. Fue cuando las dos monjas, comenzaron a gritar histéricamente y a correr de forma desordenada por el patio, mientras se arrancaban los hábitos y se golpeaban la cabeza, tirándose del pelo y diciendo:
-¡Se ha idooo Santa Rita se ha idoooooo! ¡tragedia tragedia!¡Que desgraciaaaaa!
Y entonces, la monja vieja utilizando la escoba de bruja empezo a golpearme en la cabeza mientras decia ¡Tu tienes la culpa! ¡Por tu culpa se ha ido Santa Rita!
Fué entonces cuando me desperté muy sobresaltado.
Soy gafe hasta en los sueños, ni las santas me conceden favores.Y encima me pegan escobazos.